Acerca de Mantay

La Casa de Acogida Mantay

La fundación de la Casa de Acogida Mantay en mayo del año 2000 responde a una necesidad urgente dentro del contexto social y cultural del Perú: la protección y formación de jóvenes madres adolescentes, de entre 11 y 18 años, que han sido víctimas de violencia y se encuentran en situación de abandono moral y material, lo que las coloca en un estado de vulnerabilidad extrema. Desde una perspectiva sociológica, la existencia de espacios como Mantay es crucial en sociedades donde la desigualdad de género, la violencia intrafamiliar y la falta de acceso a oportunidades educativas y laborales profundizan la exclusión social de las mujeres, en especial de aquellas que son madres a temprana edad.

¿Qué es Mantay?

La palabra quechua Mantay, que significa “madre”, resuena profundamente en el enfoque de la casa de acogida, pues no solo reconoce la maternidad de estas adolescentes, sino que también reivindica su derecho a recibir protección, educación y formación para lograr autonomía. En muchas sociedades andinas y latinoamericanas, la maternidad adolescente suele estar rodeada de estigma y marginación, lo que refuerza el ciclo de pobreza y dependencia. En este sentido, Mantay no solo brinda refugio, sino que también busca romper con patrones de exclusión estructural, proporcionando herramientas para la construcción de un futuro independiente.

Somos una gran familia

Desde una mirada antropológica, la Casa de Acogida Mantay se inserta en un contexto en el que la familia extendida ha sido tradicionalmente el núcleo de apoyo para la crianza de los hijos. Sin embargo, con el debilitamiento de estas redes comunitarias y el impacto de la migración y la modernización, muchas adolescentes que enfrentan embarazos no planificados quedan desprotegidas. En este escenario, Mantay actúa como una familia alternativa que no solo atiende sus derechos humanos fundamentales—vivienda, alimentación, vestido, salud, educación y recreativas—sino que también busca reconstruir el sentido de pertenencia y comunidad a través de un modelo de convivencia basado en el respeto, la responsabilidad y el afecto.

El equipo de Mantay

El equipo multidisciplinario de la casa es fundamental para lograr estos objetivos. Desde las educadoras sociales, quienes acompañan el proceso de crecimiento personal de las jóvenes madres, hasta la psicóloga que brinda apoyo emocional, la trabajadora social que restablece vínculos familiares, las profesoras que refuerzan su educación y las enfermeras que garantizan su bienestar físico, cada rol es parte de una estructura integral diseñada para fortalecer la autonomía de las adolescentes. Además, la formación técnica y la capacitación en habilidades laborales constituyen un eje clave dentro de la intervención, asegurando que al egresar de la Casa de Acogida Mantay, las jóvenes no solo tengan herramientas emocionales y sociales, sino también una base profesional que les permita sostenerse económicamente.

Transformando Vidas

El gran reto de Mantay no es solo ofrecer un refugio temporal, sino transformar las vidas de estas adolescentes y de sus hijos. Enfrentar la maternidad en la adolescencia, sin redes de apoyo, en condiciones de vulnerabilidad y en un contexto donde la mujer aún lucha por el reconocimiento pleno de sus derechos, representa un desafío enorme. Sin embargo, a través de un modelo basado en la protección, la educación y la independencia, Mantay se convierte en un espacio de transformación social, rompiendo con los ciclos de exclusión y abriendo camino para nuevas generaciones de mujeres con autonomía y dignidad.